En la refinación de aceites vegetales como el aceite de soja o el de colza, el paso de deshidratación (o "degumming") es fundamental para eliminar impurezas que afectan tanto la calidad del producto final como la eficiencia del proceso global. Este artículo técnico detalla los mecanismos físicos y químicos detrás de esta etapa crítica, con enfoque en dos métodos principales: deshidratación por hidratación y por ácido.
El método más utilizado en plantas modernas es la deshidratación por hidratación, donde se añade agua caliente (60–70°C) a la materia prima cruda. Esto provoca la hidrólisis de los fosfolípidos, formando un gel acuoso que se separa por decantación o centrifugación. Para aceites de soja, la temperatura ideal está entre 65–70°C y el pH debe mantenerse ligeramente ácido (pH 4.5–5.5) para evitar la formación de emulsiones persistentes.
| Aceite | Temperatura óptima (°C) | pH recomendado | Velocidad de mezcla (rpm) |
|---|---|---|---|
| Soja | 65–70 | 4.5–5.5 | 100–150 |
| Colza | 60–65 | 5.0–6.0 | 120–180 |
| Maíz | 65–70 | 4.8–5.5 | 100–140 |
Uno de los problemas más comunes en fábricas es la formación de turbidez o separación anómala. Según estudios de campo realizados en América Latina y Europa, estos errores suelen deberse a tres causas:
La solución práctica incluye implementar sensores de temperatura en tiempo real, filtros de agua de alta pureza y sistemas de control automatizado basados en PLC. Estas mejoras han permitido reducir los tiempos de procesamiento en hasta un 25% en instalaciones de alto volumen.
La deshidratación no es solo un paso técnico: es la base sobre la cual se construye la calidad del aceite refinado. Un sistema bien optimizado reduce costos operativos, mejora la estabilidad oxidativa y prepara el camino para las siguientes etapas de neutralización y adsorción.
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